Dios es nuestro Padre, que nos ama y nos cuida como hijos suyos; es también el gran Rey del universo. Los intereses de su reino son los nuestros; hemos de obrar para su progreso.
Los discípulos de Cristo esperaban el advenimiento inmediato del reino de su gloria; pero al darles esta oración Jesús les enseñó que el reino no había de establecerse entonces. Habían de orar por su venida como un suceso todavía futuro.
Pero esta petición era también una promesa para ellos. Aunque no verían el advenimiento del reino en su tiempo, el hecho de que Jesús les dijera que oraran por él 93 es prueba de que vendrá seguramente cuando Dios quiera.
El Reino
de la gracia de Dios se está estableciendo, a
medida que ahora, día tras día, los corazones que estaban llenos de pecado y rebelión
se someten a la soberanía de su amor. Pero el establecimiento completo
del reino de su gloria no se producirá hasta la segunda venida de
Cristo a este mundo.

"El reino y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo"
Serán dados "al pueblo de los santos del Altísimo".
Heredarán el reino preparado para ellos "desde la fundación del mundo". *Daniel 7:27; Mateo 25:34. Cristo asumirá entonces su gran poder y reinará.
Las puertas del cielo se abrirán otra vez y nuestro Salvador,
acompañado de millones de santos, saldrá como Rey de reyes y Señor de señores.
Jehová Emmanuel "será
rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su
nombre". "El tabernáculo de Dios" estará con los
hombres y Dios "morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios
mismo estará con ellos como su Dios". *Zacarías 14:9; Apocalipsis 21:3.
Jesús
dijo, sin embargo, que antes de aquella venida "será
predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas
las naciones". Su reino no vendrá hasta que las buenas
nuevas de su gracia se hayan proclamado a toda la tierra. De ahí que, al
entregarnos a Dios y ganar a otras almas para él, apresuramos la venida de su
reino.
Únicamente aquellos que se dedican a servirle diciendo: "Heme aquí, envíame a mí", para abrir los ojos de los ciegos, para apartar a los hombres "de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe... perdón de pecados y herencia entre los santificados"; *Mateo 24:14; Isaías 6:8; Hechos 26:18,
Solamente
Estos Oran Con Sinceridad: "Venga tu reino".
DMJ 92-93/EGW/MHP
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