09. "PORQUE
TUYO ES EL REINO, Y EL PODER, Y LA GLORIA". MT. 6:13.
La Ultima Frase
del Padrenuestro, así como la primera, señala a nuestro Padre
como superior a todo poder y autoridad y a todo nombre que se mencione.
El Salvador contemplaba los años que esperaban a los discípulos, no con el esplendor de la prosperidad y el honor mundanos con que habían soñado, sino en la oscuridad de las tempestades del odio humano y de la ira satánica.
En medio de la lucha y la ruina de la nación, los discípulos estarían acosados de peligros, y a menudo el miedo oprimiría sus 102 corazones.
Habrían de ver a Jerusalén desolada, el templo arrasado, su culto suprimido para siempre, e Israel esparcido por todas las tierras como náufragos en una playa desierta.
Dijo Jesús: "Oiréis de guerras y rumores de guerras". "Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores". *Mateo 24:6-8.
A pesar de ello, los discípulos de Cristo no debían pensar que su esperanza era vana ni que Dios había abandonado al mundo. El poder y la gloria pertenecen a Aquel cuyos grandes propósitos se irán cumpliendo sin impedimento hasta su consumación.
En aquella oración, que expresaba sus necesidades diarias, la atención de los discípulos de Cristo fue dirigida, por encima de todo el poder y el dominio del mal, hacia el Señor su Dios, cuyo reino gobierna a todos, y quien es Padre y Amigo eterno.
LA RUINA DE JERUSALÉN SERÍA SÍMBOLO DE LA RUINA FINAL que abrumará al mundo.
Las Profecías que se cumplieron en parte en la destrucción de Jerusalén,
se aplican más directamente a los días finales.
Estamos ahora en
el umbral de acontecimientos grandes y solemnes.
Nos espera una
crisis como jamás ha presenciado el mundo.
Tal como a los primeros discípulos, nos resulta dulce la segura promesa de que el reino de Dios se levanta sobre todo.
El programa de los acontecimientos venideros está en manos de nuestro Hacedor.
La Majestad del cielo tiene a su cargo el destino de las naciones, así como también lo que atañe a la iglesia.
El Instructor divino dice a todo instrumento en el desarrollo de sus planes,
como dijo a Ciro: "Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste". *Isaías 45:5.
En la visión del
profeta Ezequiel se veía como una mano debajo de las alas de los
querubines.
El que
no duerme, sino que obra incesantemente por el cumplimiento de sus propósitos,
Hará progresar
su 103 causa. Estorbará los planes de los impíos y confundirá los proyectos de
quienes intenten perjudicar a su pueblo.
El que es el
Rey, Jehová de los ejércitos, está sentado entre los
querubines, y en medio de la guerra y el tumulto de las naciones guarda aún a
sus hijos. El que gobierna en los cielos es nuestro Salvador. Mide
cada aflicción, vigila el fuego del horno que debe probar a cada
alma.
Cuando las fortificaciones de los reyes caigan derribadas, cuando las flechas de la ira atraviesen los corazones de sus enemigos, su pueblo permanecerá seguro en sus manos.
"Tuya es,
oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor;
porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas ... En
tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder
a todos". *1 Crónicas 29:11, 12. 105
El Discurso
Maestro De Jesucristo (EGW). 88-104 MHP
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