martes, 17 de junio de 2025

08. "No Nos Dejes Caer En Tentación..." V. EL PADRE NUESTRO (EL SERMÓN DEL MONTE/DMJ) EGW

 

08. "NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN, MAS LÍBRANOS DEL MAL". MT. 6:13; LUC. 11:4.

La tentación es incitación al pecado, cosa que no procede de Dios, sino de Satanás y del mal que hay en nuestros propios corazones. "Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie". *Santiago 1:13.

Satanás trata de arrastrarnos a la tentación, para que el mal de nuestros caracteres pueda revelarse ante los hombres y los ángeles, y él pueda reclamarnos como suyos.

En la profecía simbólica de Zacarías, se ve a Satanás de pie a la diestra del Ángel del Señor, acusando a Josué, el sumo sacerdote, que aparece vestido con ropas sucias y resistiendo la obra que el Ángel desea hacer por él. Así se representa la actitud de Satanás hacia cada alma que Cristo trata de atraer. El enemigo nos induce a pecar, y luego nos acusa ante el universo celestial como indignos del amor de Dios.

Pero "dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?

Y a Josué dijo: "Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala". *Zacarías 3:1-4.

EN SU GRAN AMOR, Dios procura desarrollar en nosotros las gracias preciosas de su Espíritu. Permite que hallemos obstáculos, persecución y opresiones, pero no como una maldición, sino como la bendición más grande de nuestra vida. 

Cada tentación resistida, cada aflicción sobrellevada valientemente, nos da nueva experiencia y nos hace progresar en la tarea de edificar nuestro carácter

El alma que 100 resiste la tentación mediante el poder divino revela al mundo y al universo celestial la eficacia de la gracia de Cristo.

Aunque la prueba no debe desalentarnos por amarga que sea, Hemos de orar que Dios No Permita que seamos puestos en situación de ser seducidos por los deseos de nuestros propios corazones malos.

Al elevar la oración que nos enseñó Cristo, nos entregamos a la dirección de Dios y le pedimos que nos guíe por sendas seguras.

NO PODEMOS ORAR ASÍ Con Sinceridad y decidir luego que andaremos en cualquier camino que elijamos. Aguardaremos que su mano nos guíe y escucharemos su voz que dice: "Este es el camino, andad por él". *Isaías 30:21. Es peligroso detenerse para contemplar las ventajas de ceder a las sugestiones de Satanás.

El Pecado Significa Deshonra y ruina para toda alma que se entrega a él; 

Pero es de naturaleza tal que ciega y engaña, y nos tentará con presentaciones lisonjeras. 

Si nos aventuramos en el terreno de Satanás, no hay seguridad de que seremos protegidos contra su poder. 

En cuanto sea posible debemos cerrar todas las puertas por las cuales el tentador podría llegar hasta nosotros.

El Ruego "No nos dejes caer en tentación" Es una promesa en sí mismo.

Si nos entregamos a Dios, se nos promete: "No os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar". *1Cor. 10:13.

 

LA ÚNICA Salvaguardia Contra el mal Consiste en que mediante la fe en su justicia Cristo more en el corazón. 

La tentación tiene poder sobre nosotros porque existe egoísmo en nuestros corazones.

Pero cuando contemplamos el gran amor de Dios, vemos el egoísmo 

en su carácter horrible y repugnante, y deseamos que sea expulsado del alma. 

A medida que el Espíritu Santo glorifica a Cristo, nuestro corazón se ablanda y se somete, 

la tentación pierde su poder y la gracia de Cristo transforma el carácter.

Cristo no abandonará al alma por la cual murió. Ella puede dejarlo a él y ser vencida por la tentación; pero 101 nunca puede apartarse Cristo de uno a quien compró con su propia vida.

Si pudiera agudizarse nuestra visión espiritual, veríamos almas oprimidas

y sobrecargadas de tristeza, a punto de morir de desaliento. 

Veríamos ángeles volando rápidamente para socorrer a estos tentados, 

quienes se hallan como al borde de un precipicio. 

Los ángeles del cielo rechazan las huestes del mal que rodean a estas almas, 

y las guían hasta que pisen un fundamento seguro. 

Las batallas entre los dos ejércitos son tan reales como las que sostienen los ejércitos del mundo, y del resultado del conflicto espiritual dependen los destinos eternos.

A nosotros, como a Pedro, se nos dice: "Satanás os ha pedido para zarandearas como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte". Gracias a Dios, no se nos deja solos. 

El que "de tal manera amó... al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna", no nos abandonará en la lucha contra el enemigo de Dios v de los hombres. 

"He aquí -dice- os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará". *Lucas 22:31, 32; Juan 3:16; Lucas 10:19.

Vivamos en contacto con el Cristo vivo, y él nos asirá firmemente con una mano que nos guardará para siempre. Creamos en el amor con que Dios nos ama, y estaremos seguros; este amor es una fortaleza inexpugnable contra todos los engaños y ataques de Satanás. "Torre fuerte es el nombre de Jehová; a él correrá el justo, y será levantado". * Proverbios 18:10. DMJ 99-101/EGW/MHP

 

miércoles, 11 de junio de 2025

07. "Perdónanos Nuestras Deudas, Como También Nosotros Perdonamos A Nuestros Deudores" V. EL PADRE NUESTRO (EL SERMÓN DEL MONTE/DMJ) EGW

 

07. "PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS, COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES". MT. 6:12; LUC. 11:4.

Jesús enseña que podemos recibir el perdón de Dios solamente en la medida en que nosotros mismos perdonamos a los demás. El amor de Dios es lo que nos atrae a él. 

Ese amor no puede afectar nuestros corazones sin despertar amor hacia nuestros hermanos. 97 

Al terminar el Padrenuestro, añadió Jesús: "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas".

El que no perdona suprime el único conducto por el cual puede recibir la misericordia de Dios. 

No debemos pensar que, a menos que confiesen su culpa los que nos han hecho daño, tenemos razón para no perdonarlos. Sin duda, es su deber humillar sus corazones por el arrepentimiento y la confesión; Pero hemos de tener un espíritu compasivo hacia los que han pecado contra nosotros, confiesen o no sus faltas. 

 
POR MUCHO QUE NOS HAYAN OFENDIDOno debemos pensar de continuo en los agravios que hemos sufrido ni compadecernos de nosotros mismos por los daños.

Así como esperamos que Dios nos perdone nuestras ofensas,

Debemos perdonar a todos los que nos han hecho mal.

PERO EL PERDÓN TIENE UN SIGNIFICADO MÁS ABARCANTE del que muchos suponenCuando Dios promete que "será amplio en perdonar", añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender:"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". *Isaías 55:7-9.

EL PERDÓN DE DIOS no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón

David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí". También dijo: "Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones". *Salmo 51:10; 103:12. 

Dios se dio a sí mismo en Cristo por nuestros pecados. Sufrió la muerte cruel de la cruz; llevó por nosotros el peso del pecado, "el justo por los injustos", para revelarnos su amor y atraernos hacia él. "Antes -dice- sed benignos 98 unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo". *1 Pedro 3:18; Efesios 4:32.

Dejad que more en vosotros Cristo, la Vida divina, y que por medio de vosotros revele el amor nacido en el cielo, el cual inspirará esperanza a los desesperados y traerá la paz de los cielos al corazón afligido por el pecado

 
CUANDO vamos a Dios, la primera condición que se nos impone es que, 

al recibir de él misericordia, nos prestemos a revelar su gracia a otros. 

Un Requisito esencial para recibir e impartir el amor perdonador de Dios 

es conocer ese amor que nos profesa y creer en él. *1 Juan 4:16. 

Satanás obra mediante todo engaño a su alcance para que no discernamos ese amor.

Nos inducirá a pensar que nuestras faltas y transgresiones han sido tan graves 

que el Señor no oirá nuestras oraciones y que no nos bendecirá ni nos salvará

No podemos ver en nosotros mismos sino flaqueza, ni cosa alguna que nos recomiende a Dios. Satanás nos dice que todo esfuerzo es inútil y que no podemos remediar nuestros defectos de carácter. 

Cuando tratemos de acercarnos a Dios, sugerirá el enemigo: De nada vale que ores; ¿acaso no hiciste esa maldad? ¿Acaso no has pecado contra Dios y contra tu propia conciencia? 

Pero podemos decir al enemigo que "la sangre de Jesucristo... nos limpia de todo pecado". 

Cuando sentimos que hemos pecado y no podemos orar, ése es el momento de orar. 

Podemos estar avergonzados y profundamente humillados, pero debemos orar y creer. "Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero". *1 Juan 1:7; 1Timoteo 1:15.

El perdón, la reconciliación con Dios, no nos llegan como recompensa de nuestras obras, ni se otorgan por méritos de hombres pecaminosos, sino que son una dádiva que se nos concede a causa de la justicia inmaculada de Cristo.

 
No debemos procurar reducir nuestra culpa hallándole excusas al pecado. 

Debemos aceptar el concepto que Dios tiene de pecado, algo muy grave en su estimación

Solamente el Calvario puede revelar la terrible enormidad del pecado

Nuestra culpabilidad nos aplastaría si tuviésemos 99 que cargarla; 

pero el que no cometió pecado tomó nuestro lugar

aunque no lo merecía, llevó nuestra iniquidad

"Si confesamos nuestros pecados", Dios "es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". ¡Verdad gloriosa

Él es justo con su propia ley, y es a la vez el justificador de todos los que creen en Jesús.  

"¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia". *1 Juan 1:9; Miqueas 7:18. 

DMJ 96-99/EGW/MHP

 

 

06. "El Pan Nuestro De Cada Día, Dánoslo Hoy" V. EL PADRE NUESTRO (EL SERMÓN DEL MONTE/DMJ) EGW

06. "EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA, DÁNOSLO HOY" MT. 6:11; LUC. 11:3.

La primera mitad de la oración que Jesús nos enseñó Tiene que ver con el nombre, El reino y la voluntad de Dios: que sea honrado su nombre, establecido su reino y hecha su voluntad. 

Y así, cuando hayamos hecho del servicio de Dios nuestro primer interés, podremos pedir que nuestras propias necesidades sean suplidas y tener la confianza de que lo serán.

 Si Hemos Renunciado al yo Y Nos Hemos Entregado a Cristo, 

Somos Miembros de la familia de Dios, 

Y Todo Cuanto Hay en la casa del Padre es nuestro

Se Nos Ofrecen todos los tesoros de Dios,

Tanto En El Mundo Actual Como En El Venidero

El Ministerio de los ángeles, 

El Don del Espíritu, 

Las Labores de los siervos,

 Todas Estas Cosas Son Para Nosotros

El mundo, con cuanto contiene, es nuestro en la medida en que pueda beneficiarnos. Aun la enemistad de los malos resultará una bendición, porque nos disciplinará para entrar en los cielos. 

Si somos "de Cristo", "todo" es nuestro. 1 Corintios 3:23, 21.

Por ahora somos como hijos que aún no disfrutan de su 95 herencia

Dios no nos confía nuestro precioso legado, no sea que Satanás nos engañe con sus artificios astutos, como engañó a la primera pareja en el Edén. 

Cristo lo guarda seguro para nosotros fuera del alcance del despojador. 

Como hijos, recibiremos día tras día lo que necesitamos para el presente. 

Diariamente debemos pedir: "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy".

 
NO NOS DESALENTEMOS SI NO TENEMOS BASTANTE PARA MAÑANA. 

Su promesa es segura"Vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado".  

Dice David: "Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan". 

El Mismo Dios que envió los cuervos para dar pan a Elías, cerca del arroyo de Querit,

no descuidará a ninguno de sus hijos fieles y abnegados

Del que anda en la justicia se ha escrito: "Se le dará su pan, y sus aguas serán seguras".

 "No serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre serán saciados". 

"El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, 

¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?" 

El que alivió los cuidados y ansiedades de su madre viuda y lo ayudó a sostener la familia en Nazaret, simpatiza con toda madre en la lucha para proveer alimento a sus hijos.

 
 Quien se compadeció de las multitudes porque estaban desamparadas y dispersas", *Salmo 37:3 (VV, 1909). 25; Isaías 33:16; Salmo 37:19; Romanos 8:32; Mateo 9:36, sigue teniendo compasión de los pobres que sufren. 

Les extiende la mano para bendecirlos, y en la misma plegaria 

que dio a sus discípulos nos enseña a acordarnos de los pobres.

 AL ORAR: "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy"

Pedimos para los demás tanto como para nosotros mismos.

 Reconocemos que lo que Dios nos da no es para nosotros solos. 

Dios nos lo confía para que alimentemos a los hambrientos

 
De su bondad ha hecho provisión para el pobre. Dice: "Cuando hagas comida o cena,

NO Llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos... 

Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; 

Y Serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, 

Pero te será recompensado en la resurrección de los justos". 

Salmo 68:10; Lucas 14:12-14. 96

*"Y Poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra". "El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará". 2 Corintios 9:8,6.

 
LA ORACIÓN POR EL PAN COTIDIANO INCLUYE No Solamente el alimento para sostener el cuerpo, Sino También el pan espiritual que nutrirá el alma para vida eterna

Nos Dice Jesús: "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece". "Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre". *Juan 6:27,51.  

Nuestro Salvador es el pan de vida; cuando miramos su amor y lo recibimos en el alma, comemos el pan que desciende del cielo. Recibimos a Cristo por su Palabra, y se nos da el Espíritu Santo para abrir la Palabra de Dios a nuestro entendimiento y hacer penetrar sus verdades en nuestro corazón. 

Hemos de orar día tras día para que, mientras leemos su Palabra, Dios nos envíe su Espíritu con el fin de revelarnos la verdad que fortalecerá nuestras almas para las necesidades del día.

Al enseñarnos a pedir cada día lo que necesitamos, tanto las bendiciones temporales como las espirituales, Dios desea alcanzar un propósito para beneficio nuestro

Quiere que sintamos cuánto dependemos de su cuidado constante, porque procura atraernos a una comunión íntima con él. En esta comunión con Cristo, mediante la oración y el estudio de las verdades grandes y preciosas de su Palabraseremos alimentados como almas con hambre; como almas sedientas seremos refrescados en la fuente de la vida. DMJ 94-96/EGW/MHP

 

05. "Hágase Tu Voluntad, Como En El Cielo, Así También En La Tierra" V. EL PADRE NUESTRO (EL SERMÓN DEL MONTE/DMJ) EGW

 

05. "HÁGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, ASÍ TAMBIÉN EN LA TIERRA". MT. 6:10; LUC. 11:2.

La voluntad de Dios se expresa en los preceptos de su sagrada ley, y los principios de esta ley son los principios del cielo. Los ángeles que allí residen no alcanzan conocimiento más alto que el saber la voluntad de Dios,

y el hacer 94 esa voluntad es el servicio más alto en que puedan ocupar sus facultades.

En el cielo no se sirve con espíritu legalista. Cuando Satanás se rebeló contra la ley de Jehová,

la noción de que había una ley sorprendió a los ángeles casi como algo en que no habían soñado antes. En su ministerio, los ángeles no son como siervos, sino como hijos.

 
Hay perfecta unidad entre ellos y su Creador. 

La obediencia no es trabajo penoso para ellos.

 El amor a Dios hace de su servicio un gozo. 

Así sucede también con toda alma en la cual mora Cristo, la esperanza de gloria.

Ella repite lo que dijo él: "Me complazco en hacer tu voluntad, oh Dios mío,

y tu ley está en medio de mi corazón". *Salmo 40:8 (VM).

Al Orar: "Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra", se pide que el reino del mal en este mundo termine, que el pecado sea destruido para siempre, y que se establezca el reino de la justicia

Entonces, así como en el cielo, se cumplirá en la tierra 

"todo su bondadoso beneplácito". 2 Tes. 1:11 (VV. 1909).

DMJ 93-94/EGW/MHP


martes, 10 de junio de 2025

04. "Venga Tu Reino" V. EL PADRE NUESTRO (EL SERMÓN DEL MONTE/DMJ) EGW


04. "VENGA TU REINO". MAT. 6:10; LUC. 11:2.

Dios es nuestro Padre, que nos ama y nos cuida como hijos suyos; es también el gran Rey del universo. Los intereses de su reino son los nuestros; hemos de obrar para su progreso.

Los discípulos de Cristo esperaban el advenimiento inmediato del reino de su gloria; pero al darles esta oración Jesús les enseñó que el reino no había de establecerse entonces. Habían de orar por su venida como un suceso todavía futuro. 

Pero esta petición era también una promesa para ellos. Aunque no verían el advenimiento del reino en su tiempo, el hecho de que Jesús les dijera que oraran por él 93 es prueba de que vendrá seguramente cuando Dios quiera.

El Reino de la gracia de Dios se está estableciendo, a medida que ahora, día tras día, los corazones que estaban llenos de pecado y rebelión se someten a la soberanía de su amor. Pero el establecimiento completo del reino de su gloria no se producirá hasta la segunda venida de Cristo a este mundo. 

"El reino y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo" 

Serán dados "al pueblo de los santos del Altísimo". 

Heredarán el reino preparado para ellos "desde la fundación del mundo". *Daniel 7:27; Mateo 25:34. Cristo asumirá entonces su gran poder y reinará. 

Las puertas del cielo se abrirán otra vez y nuestro Salvador, 

acompañado de millones de santos, saldrá como Rey de reyes y Señor de señores. 

 
Jehová Emmanuel "será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre". "El tabernáculo de Dios" estará con los hombres y Dios "morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios". *Zacarías 14:9; Apocalipsis 21:3.

 
Jesús dijo, sin embargo, que antes de aquella venida "será predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones"Su reino no vendrá hasta que las buenas nuevas de su gracia se hayan proclamado a toda la tierra. De ahí que, al entregarnos a Dios y ganar a otras almas para él, apresuramos la venida de su reino.

 Únicamente aquellos que se dedican a servirle diciendo: "Heme aquí, envíame a mí", para abrir los ojos de los ciegos, para apartar a los hombres "de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe... perdón de pecados y herencia entre los santificados"; *Mateo 24:14; Isaías 6:8; Hechos 26:18, 

Solamente Estos Oran Con Sinceridad: "Venga tu reino".

DMJ 92-93/EGW/MHP

 

03. "Santificado Sea Tu Nombre" V. EL PADRE NUESTRO (EL SERMÓN DEL MONTE/DMJ)

03. "SANTIFICADO SEA TU NOMBRE." MT. 6:9; LUC. 11:2.

Para santificar el nombre del Señor se requiere que las palabras que empleamos al hablar del Ser Supremo sean pronunciadas con reverencia.  "Santo y temible es su nombre". Salmo 111.9.

"Nunca debemos mencionar con liviandad los títulos ni los apelativos de la Deidad."

Por la oración entramos en la sala de audiencia del Altísimo y debemos comparecer ante él con pavor sagrado.

Los ángeles velan sus rostros en su presencia. 

Los querubines y los esplendorosos y santos serafines se acercan a su trono con reverencia solemne. 

¡Cuánto más debemos nosotros, seres finitos y pecadores, 

presentarnos en forma reverente delante del Señor, nuestro Creador!

Pero santificar el nombre del Señor significa mucho más que esto. 

Podemos manifestar, como los judíos contemporáneos 92 de Cristo, la mayor reverencia externa hacía Dios y, no obstante, profanar su nombre continuamente.

"El nombre de Jehová" es: "Fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad... ; que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado". 

Se dijo de la iglesia de Cristo: "Se la llamará: Jehová, justicia nuestra". 

Este nombre se da a todo discípulo de Cristo.


Es la herencia del hijo de Dios. La familia se conoce por el nombre del Padre.

El profeta Jeremías, en tiempo de tribulación y gran dolor oró: "Sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos desampares". *Éxodo 34:5-7; Jeremías 33:16; 14:9. 

Este nombre es santificado por los ángeles del cielo y por los habitantes de los mundos sin pecado.

 
Cuando oramos "Santificado sea tu nombre", pedimos que lo sea en este mundo, en nosotros mismos.

Dios Nos Ha Reconocido delante de hombres y ángeles como sus hijospidámosle ayuda para no deshonrar el "buen nombre que fue invocado sobre" nosotros. *Santiago 2:7. 

Dios nos envía al mundo como sus representantes.

 En todo acto de la vida, debemos manifestar el nombre de Dios. 

Esta petición exige que poseamos su carácter. 

NO PODEMOS Santificar Su nombre Ni Representarlo Ante El Mundo, 

a menos que en nuestra vida y carácter representemos la vida y el carácter de Dios.

Esto podrá hacerse únicamente

cuando aceptemos la gracia 

y la justicia de Cristo

DMJ 91-92/EGW/MHP